La coctelería es historia, presente y futuro, atrae a gente de todo el mundo y se destaca así como destino turístico en la región.
Argentina tiene una larga tradición en la materia: entre las décadas de 1930 y 1960, destacados bartenderspusieron a la coctelería nacional en el podio mundial. Hoy la historia se repite. La nueva camada de cantineros porteños está muy al tanto de lo que sucede en otras capitales del mundo, pero aporta su mirada y herencia, su cultura local y sus ingredientes regionales.
La diversidad de las propuestas y la creatividad de los profesionales hacen que Buenos Aires sea única en esta materia, al mismo nivel que otras grandes ciudades del mundo como Nueva York, Londres o Barcelona. Es por eso que visitantes y turistas llegan a nuestra ciudad como un destino cultural, histórico y vital en la dinámica de su escena gastronómica.
Bares secretos: imposibles de ver desde la calle, estos bares sorprenden en su intimidad con potencia, color y sabor.
Bares populares: son lugares que logran ofrecer la mejor coctelería en un ambiente amigable y relajado.
Clásicos y modernos: una coctelería que sabe jugar con la historia de las mezclas, pero siempre bajo una mirada moderna y contemporánea.
Pequeñas barras: bartenders meticulosos que trabajan en barras pequeñas y dan vida a algunos de los mejores cócteles de la ciudad.
Alto volumen: la coctelería también deambula entre baterías, conformando la banda de sonido que alimenta las calles porteñas.
Todo terreno: bares que siempre dan la bienvenida, para un after office o para trasnoche, cualquier día de la semana
Barras de hotel: Hoy las barras de hotel se cuentan entre las mejores de Buenos Aires.