Los eclipses totales de sol son fenómenos extraordinarios que han sido fundamentales en todas las culturas de la tierra, a lo largo de los milenios. No sólo por su belleza y dramatismo sino porque, cada uno de ellos, sólo puede apreciarse en una franja geográfica extremadamente acotada del planeta.
El 2 de julio en la Argentina se hará “de noche en pleno día”, cuando en torno a las 17.45 h la Luna desfile por delante del Sol.
Si bien el eclipse será notorio en todo el territorio del país, desde algunas regiones cercanas a la Ciudad de Buenos Aires como Chivilcoy, Lobos y Chascomús se podrá apreciar el eclipse total. Desde esos lugares, se podrá ver cómo la Luna tapa al Sol completamente.
Para los que se queden en la ciudad, la diferencia será muy poca: a las 17.44 h, justo antes de la puesta del Sol, veremos a nuestra estrella ocultada en un 99% por el único satélite de la Tierra. Quienes quieran ver este maravilloso espectáculo natural deberán ubicarse en sitios donde puedan ver el horizonte del oeste-noroeste, como una terraza de un edificio alto con vista libre hacia ese lugar.
El eclipse total durará entre 30 segundos y 2 minutos y medio, pero más allá de este momento culminante en que la Luna cubrirá totalmente al Sol, todo el fenómeno durará más de 2 horas.
Un dato de suma importancia tiene que ver con los cuidados que hay que tomar para ver este fenómeno: salvo en los breves instantes que dura la “Totalidad” del fenómeno (cuando el Sol está 100% cubierto por la Luna), NO hay que observar el eclipse sin filtros solares u otras técnicas especiales. Ni a simple vista, ni mucho menos con binoculares y telescopios, dado que los daños para los ojos pueden ser irreparables.